Biodanza es un sistema de desarrollo humano, a través, de la música el movimiento y la emoción.
“La vivencia” en biodanza, nos proporciona un profundo encuentro con nosotros mismos y con los demás, la vinculación es libre y afectiva. Mientras danzamos vamos internamente reforzando nuestra identidad, estimulando la expresión de nuestros potenciales humanos, reunidos en cinco líneas de vivencia; afectividad, vitalidad, sexualidad, creatividad y trascendencia. Todos los ejercicios están enfocados
en desarrollar estas líneas.
La metodología es progresiva, respetuosa y amable, responde a un diseño de clase donde la consigna y los referenciales del o la facilitadora van enfocados a las necesidades el grupo.
La clase de biodanza responde a “curva vivencial” cuyo diseño en los ejercicios escogidos apuntan a generar positivos efectos en los integrantes.
Al mantenernos en clave de entusiasmo, positividad, vitalidad, alegría, etc, obtenemos refuerzos naturales para no enfermarnos.
Biodanza representa fuente natural y comprobada de salud, la danza es vida.
Además de proporcionar una actividad saludable al sistema cardiorrespiratorio, moviliza también el sistema endocrino (segregación de neurotransmisores y hormonas de la felicidad)
Biodanza inside positivamente para conseguir el equilibrio u homeostasis de nuestro organismo.
En las danzas participan activamente el SNA (Sistema nervioso autónomo, específicamente
simpático y para simpático)
Biodanza estimula de manera
constante de la región hipotalámica, zona de las emociones, memoria e instinto, funciones
necesarias que nos ayuda a recuperar por un lado la fuerza de las pulsiones, nos permite “volver al
cuerpo”